CANTIDAD POR CAJA | 12 |
Hojas de salvia blanca (salvia apiana) y cuerda.
Encender el atado de salvia blanca por una punta, hasta que se vea llama, luego soplarlo para que las hierbas ardan mejor y se mantenga la brasa. Es en este momento cuando se libera el humo, que hay que ir extendiendo por todas las estancias de la vivienda para limpiar el ambiente en todas las zonas. Después de quemar la Salvia Blanca por las habitaciones se suele dejar sobre una concha de mar o un plato ignífugo hasta que termine de quemarse.
No dejar cerca de un objeto que pueda llegar a ser motivo de un incendio, papeles, maderas, líquidos inflamables, gas, etc.
No dejar el incienso en manos de los niños, ya que no es un juego.
Mantenga en un lugar fresco y seco, lejos de las fuentes de calor.
Ayuda a purificar el ambiente, atrayendo energías positivas, a la vez que da un agradable e intenso aroma. El atado, se realiza de la misma manera que en la antigüedad. Viene en forma seca para que pueda ser sahumada.
La fragancia que desprende su humo es utilizada de forma habitual en la aromaterapia debido a su olor y a la capacidad que posee de incrementar la cantidad de oxígeno que recibe el cerebro.
A los indios americanos les gustaba juntar los cuatro elementos para sus rituales de limpieza: agua, viento, tierra y fuego. Una concha representa el elemento del agua, las hierbas de salvia la tierra, la combustión el fuego y el humo el viento.